Por: Isabel Yepes
El ser humano es lúdico por naturaleza, jugamos desde la cuna y ya de adultos el juego sigue facilitando procesos de aprendizaje y comunicación. Los juegos electrónicos han recorrido un largo camino desde el inicio de la computación hasta las modernas plataformas que utilizan infraestructura en la nube para ser operados y a los cuales tienen acceso miles de jugadores simultáneos.
El primer juego en una computadora surgió en 1952 con un simple “Tres en línea” en el cual se podía competir contra un computador, posteriormente aparecieron los primeros juegos con interacción humana por medio de controles simples que modificaban la reacción de un osciloscopio, creando un juego que simulaba el ir y venir de una pelota de tenis. Los juegos fueron haciéndose más complejos y durante los años 70 se hicieron populares las máquinas de videojuegos, instaladas en centros comerciales y negocios dedicados solo al juego, debido a que en aquel entonces no existía hardware destinado a este fin en los hogares. Con el advenimiento del computador personal se popularizaron los juegos que utilizaban la pantalla del televisor como interfaz visual, conectados a un computador encargado del procesamiento; estos juegos fueron evolucionando una vez la interfaz gráfica se hizo más potente y la capacidad de procesamiento de los computadores permitió llegar hasta generar escenarios en 3D.
Simultáneamente los fabricantes de videojuegos se encargaron de crear hardware dedicado para jugar, con gran capacidad de procesamiento gráfico y controles para interacción del usuario con reacciones cada vez más realistas. Sin embargo esto limitó a los jugadores a depender del hardware específico y de la renovación constante de este para contar con las últimas versiones del videojuego.
La aparición de los escenarios multi-jugador por la red permitieron encontrar con quien jugar básicamente a cualquier hora del día, conectando participantes en todo el mundo a través de avatares. La conexión a internet juega un papel muy importante cuando se trata de juegos que requieren rápida reacción, y que están sujetos al “Lag” término usado para denominar el retardo en tiempo entre una acción del jugador y el reflejo de tal acción dentro del juego, que puede deberse a múltiples motivos como una saturación en el procesamiento de video local o una fluctuación en la velocidad del canal de Internet. El lag es por mucho una de las experiencias más frustrantes para los jugadores.
En estos entornos resulta crucial tener acceso no solo a canales rápidos sino también que los servidores donde se alojen los sistemas de juego estén lo más cerca geográficamente posible de sus destinatarios, de modo que el retardo introducido por la distancia no malogre el desempeño del jugador.
La más reciente tendencia en videojuegos se aleja de la necesidad de consolas y plantea el acceso a los videojuegos en la modalidad de Streaming, así como un Netflix donde se paga una suscripción por tener acceso a jugar un gran menú de juegos, de modo que no es necesario invertir una consola nueva para mejorar sino que el procesamiento se realiza centralizado, una plataforma que ya ofrece este modelo es Gloud. Existen indicios de que Google se encuentra desarrollando un proyecto interno para ofrecer una plataforma en la nube de gran tamaño para procesamiento de juegos y permitiendo a personas con hardware modesto poder acceder a experiencias de gráficos e interacción de última generación, venciendo la barrera del hardware. Una plataforma de estas características ya ha sido desarrollada por NVIDIA como GE Force Now donde el fabricante de procesamiento de video permite acceder hasta el momento en modelo de Beta (prueba) a juegos totalmente en línea. AWS también ha entrado con su potente nube, distribuida geográficamente de tal modo que facilita el acceso de cualquier jugador en cualquier lugar del mundo; con su propio engine de procesamiento de juegos
Los desarrolladores de videojuegos tienen en frente un cambio de paradigma en la forma como su contenido se distribuye, pasando de depender del hardware para el cual desarrollan a nuevos modelos de streaming donde deberán competir igualmente para atraer jugadores, pero con la ventaja de acceder a públicos más amplios no restringidos por la infraestructura. Los entornos en la nube facilitan también el procesamiento en la creación de videojuegos, como es el caso de los servicios de renderizado en la nube de Google Zync, donde se cuenta con grupos desde 50 máquinas para tareas de renderizado y se paga solo durante el tiempo de ejecución de la tarea, reduciendo la demanda en compra de hardware y maximizando la capacidad para cumplir con flujos de trabajo exigentes.
La nube llegó para quedarse en muchas de las industrias que conocemos, los videojuegos son una de ellas, veremos en el futuro cercano como ayudará a la mejora de las experiencias de los usuarios y de la mano del hardware de sensores evolucionarán hasta integrarse con la realidad virtual.
Fuentes: Historia de los videojuegos